LLEGADA A ESTAMBUL


Quien no lo ha soñado algún día? Cuántos nombres cargados de historia reflejan esta ciudad! Bizancio, Constantinopla, Stanbul y ahora Estambul... el sueño de medio Oriente, el misterio de la cultura por descubrir. Hábitos, colores, perfumes, comidas exóticas, costumbres milenarias. Todo por reconocer y vivir una experiencia única.
Cuando me enteré que íbamos a vivir en esta ciudad por 3 años me pareció una experiencia completamente diferente, así que me dije: Allá vamos!
Después de un agradable vuelo de 3 horas desde Francia, llegamos al aeropuerto de Atatürk (en español: papá de los turcos, refiriéndose a Mustafá Kemal primer presidente de la República Turca). Aclaro que el avión llego con tres horas de retraso y nuestro arribo fue a las 2 de la madrugada. En la fila de migraciones conocimos un turco que vive en Francia y vino por viaje de negocios, así que viajamos juntos en el bus (HAVAS) hasta Taksim, que es el centro moderno de la ciudad, y decidimos ir a cenar. Eran las 3.30 hs. En Estambul se puede comer a toda hora. Pedimos una degustación, y probamos un poco de distintas comidas tradicionales, picantes, ensaladas, carne, tortilla. Al finalizar, fumamos narguile de cappuccino muy rico (por todos lados existen bares donde se fuma tabaco de diferentes sabores). Ya a las 6 de la mañana, cansados, pero contentos, la vida en Estambul había comenzado.